Hola Mari Carmen.
¿Por qué esa cara de infelicidad? He roto con mi
hombre. Era un déspota,
un machista, sólo se escuchaba a sí mismo... Lo odio, lo
desprecio. Más que eso: ¡Lo ignoro! Cree que me ha hecho daño, pero mirad...
¡su daga entró y salió tan rápido que no tengo ni herida! |
Oye, Mari
Carmen... Quítate esas gafas del desamor. |
Chicas, si queréis
que os diga la verdad, lo echo de menos. Su partitura era el soporte de mí música. Las gafas del
enamorado y las del desamor son dos impostoras. Nuestro trabajo es ordenar
esta sopa de letras y hacernos preguntas: ¿por qué lo elegí? |